Erotizar la vida
Jul 23, 2025
EROTIZARNOS LA VIDA
Muchas veces uso la palabra EROTIZAR fuera del contexto puramente sexual, o mejor dicho,
fuera del contexto de la genitalidad. Eros es el dios del amor y la sensualidad, la divinidad que
encarna el deseo y la atracción entre amantes, por eso yo propongo su palabra (erotismo) para
convertir en amante a la vida entera. Vivir erotizadas/os sería sinónimo entonces de vivir una vida
colmada de energía (recordemos el chute de energía que nos sube cuando nos enamoramos, por
ejemplo) y de placer que impulse constantemente nuestras ganas de vivir.
La sexualidad corresponde al elemento Fuego (cuyo órgano es el corazón). El fuego se mueve en
muchas direcciones (imposible domesticarlo para que se quede quieto) y nuestro corazón de
amante lo imita: ama y se erotiza también en muchas direcciones. Y no me refiero al poliamor en
lo que a las relaciones sexuales se refiere, sino justamente a sacar el erotismo de la hegemonía
de los genitales para llevarla a todo nuestro ser.
Vayamos por la calle con los sentidos abiertos y el corazón libre para disfrutar del paseo hasta el
metro, vibremos con la sonrisa aleatoria de cualquier desconocido/a que sonríe al cielo porque sí,
contagiémonos del calor del sol, de la belleza melancólica de la lluvia. Trabajemos sin tanta
autoexigencia para desarrollar nuestra capacidad amatoria también ahí. Cuando nos abrimos a
estar presentes y erotizados por la vida entera, todo nuestro cuerpo se convierte en un órgano
sexual y el placer se vuelve tan luminoso como una hoguera bien alimentada.
Dejemos que follar sea la maravilla que ya es (yo reivindico con el corazón aunque sea un polvo
de una noche) pero liberémoslo de ser la única maravilla. Dejemos que sea solo una manera más
de placer (sí, una manera importante pero una). Llevemos al encuentro nuestro cuerpo abierto,
inspirado, conmovido y erotizado por la vida y estaremos llevando nuestras relaciones (y nuestra
existencia) a otro nivel.
Y aquí la gran pregunta: ¿qué, de la vida, te pone a ti?